Parque de atracciones de Tampa (Florida), el primero de los dos Busch Gardens (el segundo está en Virginia), propiedad de SeaWorld Entertainment. Se inauguró en 1959. El parque es de temática africana. Su característica distintiva es la combinación de un complejo de entretenimiento con atracciones y un extenso zoo, donde los animales se mantienen en condiciones lo más parecidas posibles a las salvajes.
Bush Gardens Tampa Bay ocupa 136 hectáreas.
Las atracciones del parque complementan la temática africana: el área está dividida en varias zonas -Egipto, Tombuctú, Marruecos, Congo y otras-, cada una decorada en el estilo apropiado e incluye atracciones, toboganes, patios de comidas y parques de atracciones.
Atracciones
La zona de atracciones de Bush Gardens es muy amplia, con atracciones para todos los gustos y edades. La mayoría de las atracciones son famosas montañas rusas de diferentes formas y tamaños, que ofrecen mucha acción y emoción.
Cobra’s Curse es uno de los toboganes más emocionantes. Tiene forma de serpiente gigante con un carro que transporta pasajeros en el cuello y el cuerpo a gran velocidad y aporta mucha emoción en los giros y de vez en cuando da la vuelta a la pista y vuelve a ella. En términos de emoción, el Tigris es otra atracción innovadora que no tiene parangón en Estados Unidos ni en ningún otro lugar del mundo. Es una síntesis de catapulta y montaña rusa: primero los visitantes despegan a una altura de 150 metros y luego comienzan la carrera a gran velocidad y con giros pronunciados.
Falcon’s Fury es apta para quienes no tienen miedo a las alturas ni a las caídas. La atracción es una torre alta con asientos alrededor. Primero se eleva a los visitantes hasta una altura de casi 100 metros y luego se les precipita hacia abajo a gran velocidad repetidas veces. El nombre de la atracción es “The Drop Tower”.
La Caza del Guepardo es una experiencia inolvidable tanto para niños como para adultos. Es una montaña rusa, pero a diferencia de las demás, todas las pistas de esta montaña rusa tienen más de 100 metros de altura y en ellas se crean giros y curvas pronunciadas. Por la noche, al igual que la mayoría de los toboganes del parque, la atracción se ilumina con brillantes luces de neón para aumentar el ambiente de aventura, y el cielo oscuro y estrellado que se ve encima es hipnotizante.
Para los amantes de lo extremo, está Sheikra, una variación de la montaña rusa, pero con algunas características especiales, como una caída libre simulada, una zambullida en el agua y una gruta subterránea. Y todo ello en pocos minutos de recorrido. Un potente subidón de adrenalina garantizado incluso para los visitantes más sofisticados.
Para los amantes de la diversión familiar, Stanley Falls Flume es una versión más relajada del tobogán extremo. Aquí, los paseos se combinan con la flotación: primero, un carruaje humano atraviesa una exuberante selva tropical, evocando el espíritu de aventura, y luego se adentra en el río y la cascada, añadiendo empuje y vibraciones positivas.